lunes, 21 de julio de 2025

UN HOGAR ACOGEDOR (Una Historia del Camino de Santiago del Norte.)

Que el Camino de Santiago se ha convertido en un negocio no es ningún secreto. Las famosas flechas amarillas a veces desvian el camino al antojo de hospederías, hoteles, pensiones, albergues privados, tiendas e incluso máquinas de vending. Todo el mundo quiere un trozo del pastel del peregrino. Por esta razón fue muy lindo encontrarnos un espacio de generosidad como es el Albergue San Martin de Laspra, un lugar donde nos recibieron como si fueramos de la familia.

Se trata de una antigua casa rectoral pegada al templo en su parte posterior.  Reformada para servir al propósito de albergue. Se distribuye de la siguiente forma:  en la planta de abajo se ubica hall recibidor,  a pie de escalera  está la mesa de inscripción, a la derecha un pequeño aparador hace las veces de altarcito con urna donde depositar el donativo, frente a la cual al lado izquierdo reposa una guitarra. Abre el pasillo a la izquierda el comedor y justo en frente a la cocina, por la cual se va al cuarto de lavadoras, frente al cual se dejan bastones y botas del camino. Por el hall se abre otra puerta al fondo a  la izquierda  que reza privado  (vivienda o habitación de los hospederos?) y  enfrente a la derecha,  el cuarto de baño de hombres. Hay dos plantas más, la tercera permanece cerrada, mientras que la segunda alberga una amplia y cómoda sala de estar con tres piezas de sofás y una estupenda librería, con juegos, lectura variada en varios idiomas y algunos cachivaches del decathlon para hacerse automasaje. En esta misma planta están las habitaciones de los peregrinos creo que hay cuatro. Todas las habitaciones llevan el nombre de un continente. Completa la equipación de esta planta el cuarto de baño de mujeres algo más pequeño que el de hombres pero igualmente bien equipado. Los espacios son limpios y domina el blanco en las paredes con algunos dibujos coloristas en ellas, que dan al albergue una apariencia positiva, como de buen rollo.

Ya desde un principio pude dilucidar que no se trataba de un negocio. Revise mi guía del camino Gronze.com y entre muchos precios desorbitados fuera de los albergues municipales divise este de San Martin que no tenía puesto el precio de la noche. Llamé, la cálida acogida con la que me recibió Germain no vaticinaba capitalismo. De hecho, al preguntarle por el precio me dijo que se trataba de un albergue-donativo, que es como se conoce ahora a este tipo de alojamientos, que un tiempo del camino fue la fórmula más extendida de alojamiento, lo que antes se denominaron las antiguas hospederías o hospitales de peregrinos. Recuerdo cuando hice el camino en 1993 casi todos los albergues, incluso públicos, eran por la voluntad. Luego poco a poco se comercializó, primero fueron las administraciones que tasaron la noche peregrina y después, como no, la iniciativa privada terminó por mercantilizar el Camino.

En ese primer contacto Germain insistió en que debíamos llegar a la cena donde se juntaban todos lo peregrinos alojados.  Lo cual precipito nuestra marcha, tanto que tuvimos que pillar un trenecito FEVE en Santiago del Monte (nosotros hacíamos el camino a la inversa, nuestro destino era Gijón)  y adelantar unos seis kilómetros para llegar a tiempo a la cena, que por imperativo propio del camino se sirve a las siete para que los caminantes se acuesten pronto y se levanten aún más pronto. De hecho, cuando ascendíamos desde Piedras Blancas, donde nos había dejado el tren, nos llamó sobre las 18.20 para ver como íbamos… así que por fin llegábamos. 

Nos recibieron con calidez y amabilidad como si de la familia se tratara y tras inscribirnos nos explicaron las normas y nos dieron bajera y funda de almohada de verdad y no las plastificadas versiones que tenemos que aguantar en el camino. El albergue lo regenta una curiosa pareja hospitalaria tan amable como acogedora. María, la portuguesa, educada en Andorra y con muchos años ya en España y Germain venezolano que afinco sus primeros años de inmigrante en Madrid y que por amor llego a estas latitudes, diremos que fue atraído por las ondas de la radio, sin entrar en más detalles. 

Hay tiempo de ducharse, de preparar el catre, incluso de tocar unos acordes en esa guitarra de la entrada. Tengo rozaduras en la ingle y le pido a María si por casualidad no se han dejado algún peregrino una crema hidratante o una vaselina. Me dice que no, pero como alternativa me ofrece su propia crema específica para esos menesteres, encomendándome que se la devuelva antes de partir. Gesto que se agradece con toda el alma.

La cena es sencilla, pero nutritiva y sobre todo casera, hay ensalada y  un plato compuesto por pisto casero, arroz blanco y para los carnívoros y no veganos, huevo frito. Podemos repetir hasta la saciedad de las verduras y el arroz, incluso Mario aprovecha el veganismo de un guiri para hincarle el diente a un huevo huérfano que ha quedado en el plato. No falta el pan, incluso hay vino joven que no perdonan los guiris que pueblan la mesa, los abstemios pueden coger bebidas, incluso helados, del frigo por la voluntad. Los hospederos comparten la cena con nosotros, el idioma dominante es el inglés, pues sientan en la mesa: un francés que antes del agape miraba al horizonte, tres alemanes, una de ellas con una contractura, una polaca y su hija, también polaca, que no quiere hacer el camino por tercera vez, un neozelandés amante del rugby y un holandés tartamudo con el que compartiremos camino y conversación al día siguiente dirección Avilés. El postre es yogur de sabores y la sobremesa se prolonga un rato. Mario (mi hijo) me traduce que están hablando de por qué en algunas playas la arena es negra. Flipo que comprenda hasta ese punto y que le haya quedado inglés.  En ese momento los anfitriones anuncian un paseo voluntario a un mirador donde se ve el mar y la playa de Salinas desde lo alto.

Mario, el neozelandés y yo nos apuntamos. Nos acompaña María. Unos 20 minutos de charla de ida y de vuelta dan para mucho. Me sirven para hablar con Mario, para que María me cuente como se organizan el albergue y como conoció a Germain. Yo que soy muy preguntón, sacio mi curiosidad.  Mario habla con el neozelandés de Rugby, y vuelvo alucinar de que le quedara el Inglés. María habla con Mario de los estudios y de las distintas posibilidades que se le abren cuando termine la Secundaria, momento en el que aprovecho para bromear con la posibilidad de que venga de voluntario al albergue para reforzar su inglés y de paso echar una mano a esta pareja entrañable. Desde el mirador, a una altura nada despreciable que mañana descenderos, oteamos Salinas, la lujosa playa de Avilés, el Museo de Anclas Philippe Cousteau y muy en el horizonte la ría de Avilés. 

Tras el paseo, Mario coge la guitarra y tras interpretar varios punteos que ha practicado en casa: El bueno, el malo y el feo, Entre dos aguas y el Cara al sol… se decide por tocar La Flaca, en ese momento llega Germain que se une a la pobre cantada que hago yo acompañando a Mario, finalizada la canción de Jarabe de Palo, Germain solicita el instrumento y nos deleita con tres canciones, una no me acuerdo, Salvación de Arde Bogotá y Playa Girón de Silvio Rodríguez, todas interpretadas con maestría, pero la que encandila a Mario es la de Silvio. Ambos guitarristas (Mario y Germain) son autodidactas. Mario durante el camino me pide que le ponga canciones de Silvio y cuando llega a Madrid se pone con el Playa Girón hasta ternela controlada.

Terminamos la velada y mientras la asamblea de la ONU se va a la cama. Mario y yo hacemos ocio en los cómodos sofás de la Sala, él a su Instagram y yo cojo varios libros de la biblioteca que ya he leído y releo alguna parte, intentando escarbar en la memoria cuando lo leí y que significo para mí. Pienso tambien como debe ser la vida de María y Germain que cada día conocen a unas 10 personas distintas, cenan, pasean, hablan, desayuna con ellas y las despiden cada mañana.

Como buenos españoles despertamos media hora antes de la salida del albergue y con la legaña pegada bajamos a desayunar los últimos junto a la alemana contracturada, en la mesa hay frutas, leches de distintos orígenes e ingredientes, cereales, tostadas, galletas, mantequilla, mermelada y zumos.

A 10 minutos de la salida, recogemos a toda velocidad  nuestro saco y pertenencias.  Dejamos nuestro donativo anónimo, considerando alojamiento, cena y desayuno. Bromeo de nuevo, por si cuela, eso de enviarles a Mario como voluntario y que de paso engrase su inglés. Me dicen que es posible. Aunque a Mario le faltan más de dos años para poder serlo.

Nos calzamos, cogemos nuestros bastones y nos despedimos en la puerta, no sin antes pedirles esta foto luminosa, agradecerles este hogar acogedor y familiar con el que nos han recibido. Y por último prometerles esta merecidísima reseña.




miércoles, 4 de junio de 2025

LOS DISCOS DE MI VIDA: "A Carlos Cano" (2001)

 

La navidad de 2000 fue la primera sin papa, se había ido en el equinoccio de septiembre. Enfrentarse al vacío navideño que el padre y el marido nos había dejado era misión imposible. Así que, Mama, con acertado criterio, reservó la cena de navidad en el Parador Nacional de San Marcos de León.



Recuerdo de aquel viaje varias cosas la mesa blanca en la nochebuena y los exquisitos platos de aquella cena, rememoro confit de pato, un CD de Héroes que me regalo mama por navidad y la muerte de Carlos Cano, que le gustaba mucho a papa,  que aconteció pocos días antes del viaje, a edad parecida a la de mi padre  y por supuesto una  la densa tristeza que inundaba el lujo de nuestra huida.



De vez en cuando repaso la discografía de mis artistas favoritos. Ahora Maria Dolores Pradera. La cantante se cruza en mi vida: gustaba mucho a mi padres, amarraditos   bailé el vals de mi boda al ritmo de las guitarras y voces de Al, Carlitos y Joaquim y por último el disco “A CarlosCano” de Pradera paso a formar parte de nuestras vidas por las razones expuestas… encontrar su imagen en este repaso discográfico y escuchar sus canciones ha despertado este melancólico recuerdo que comparto con vosotros amigos, familia y conocidos.




miércoles, 21 de mayo de 2025

Amistad y Compromiso

 

Una vez al mes quedaban a comer. Destripaban entorno a la mesa la actualidad internacional y nacional y de paso se contaban los avatares de sus vidas.

Su amistad era tan longeva como su vida, ya que nacieron el mismo dia, pero en años consecutivos. Vivían  en la misma calle, pero en números enfrentados. Los padres militaban en el mismo partido político pero con diferentes profesiones.  Todo lo cual propició una amistad que tenía tantos años como sus propias vidas.

Fue la mudanza del menor quien puso distancia en la primera juventud, aunque sin dejar saber el uno del otro. Recuperaron relación con la boda del huido que busco a su amigo como testigo. Los años de crianza del menor de nuevo les separaron. Fue un episodio de salud grave del mayor quien los unió definitivamente.

Cuando ves la muerte de frente la gente que te rodea se convierte en la prioridad. De hecho, por este camino común el menor perdió a su padre, el mayor a su madre. La medio orfandad los unió.




Cumplidos uno los 52 y el otro los 53. Hecha la vida personal y profesional. Sorprendió el mayor con compromiso de boda. Argumento la edad avanzada del padre, 11 años de convivencia y otras consideraciones sobre sus mascotas que les eran de vital importancia. El menor acogió la noticia con ilusión por la felicidad perseguida de su amigo.

Como cada mes terminaron la comida con amplia sobremesa destripando actualidad nacional e internacional y contándose, de paso, los avatares de sus vidas.

viernes, 9 de mayo de 2025

La Chispa de la vida o de la muerte

Relato Inspirado en Cuentos de Soldados y Civiles de Ambroise Bierce

en Madrid, a 8 de mayo de 2025

Atardecía en la colina de Alabama. El cañón rugió de nuevo. El joven ayudante del artillero se afano en limpiar la  boca. El viento distribuyo por la pradera un humo denso y blanco. Puso pólvora directamente de un pequeño barril en el cajetín. Empezó a chispear en el verde promontorio. Con las manos heladas capturo, no sin esfuerzo, una pesada bola de plomo y la introdujo por la boca del cañón. Con la pértiga la empujó al fondo del tubo. El artillero puso la mecha. Ordeno, con voz imperativa, girar el cañón para apuntar. Empezó a llover con más fuerza. Chisco el mechero, pero las gotas impidieron que encendiera. Presto, el chico se quitó la casaca cubriendo con ágil movimiento la acción de encendido. Tras la chispa surgió una llama, pero el viento la apago. El chico se parapeto como cortavientos y el chisco prendió, iluminado sus satisfechas caras. De repente un sonido metálico inundo la cueva que habían parapetado para el encendido. Sus caras tornaron en horror cuando, simultáneamente al  ruido, la punta de un sable de acero yanki apago la llama en la base del chisco.

Entonces se hizo la oscuridad bajo la casaca gris de la Unión.






lunes, 26 de agosto de 2024

EL HOMBRE DEL CINE: Crónica de 2 Intensos días en el rodaje de una serie (Matices)

Quería haber titulado esta crónica El hombre de Hollywood, en honor a uno de nuestros directores favoritos: Tarantino   y su sensacional  capítulo del mismo nombre en                                                                                                          la película Four Rooms. El caso es que cuando puse el título actual  no me acordaba que se titulaba asi.                                                                                                     Ahora despues de escribir este artículo, me quedo con el primer título. 

                                                                          Quiero dedicar esta crónica a mi admirado amigo Sergio Cánovas con el que compartí, una infancia y adolescencia llena                                                                           de cintas VHS, peliculas y una cámara video-Betha que hicieron volar nuestra imaginación. 

Somos lo que fuimos.

Sergio Canovas, el hombre del cine,  junto a Miguel Roldán


Nunca olvidaré los dos intensos días en la Hacienda Zorita  (Zamora)  a 10 minutos  de Portugal . Tras un kilométrico puente-presa  que embolsa casi un mar de agua (El GPS así lo certifica cuando colorea en azul casi todo el móvil) y recorridos unos kilómetros más de campiña charro-zamorana de bajo matorral y encinar donde pastan los  pata-negra, surge tras un pequeño desnivel, una vega que destapa un viñedo, que desde ahora llamaremos Vrindaban, antes propiedad Zorita de la Concordia. La extensión de viñas la vigila una torre de unos 20 metros y mientras más nos acercamos más edificios vemos en torno a ese eje centinela.



Por esta avenida se llega a la Bodega


Ya desde la puerta principal sabemos que una vez que atravesemos el mar de viñas, por ese monumental camino franqueado en toda sus extensión por una línea de cipreses a la derecha, nos atrapara la sesión terapéutica final del Doctor Marlow y que solo saldremos de allí si estamos curados o con los pies por delante. Cuatro o cinco vehículos de alta gama en la puerta y dos de guardia civil pueden ponernos en alerta de lo que descubriremos dentro.

Alex Meriweather de producción me sale al paso solicitando con un gesto calmado que pare el vehículo  y con otro que desconecte el motor. Salgo del coche que negro como es solo me proporciona calor bajo el Lorenzo que abrasa el viñedo. Puede que sean los tres minutos más lentos del mundo. De repente, se oyen voces y Alex me da el visto bueno. Arranco el coche y lo sitúo entre un descapotable rojo y uno de la Guardia Civil, en lo que luego sabré que es el parking de clientes, a diferencia del del rodaje cuyos mas de 30 vehículos se oculta en la parte trasera de la propiedad.

Alex me acompaña al interior del Chatau, atravesando una cancela de hierro noble profusamente ajardinada y rodeando el edificio principal por un lateral,  descubro la verdad sobre la aparente soledad que reinaba a la entrada de la bodega. Se trata de un agitado hormiguero de más de 80 personas casi todas vestidas de negro a las que dirige un rey,  vestido de caqui con sobriedad espartana, que no es otro que mi admirado amigo Sergio Canovas Rivas, director de la serie. Junto a él, vistiendo de parecidos colores pero con camisa blanca, se encuentra Pablo, su lugarteniente Pablo, ayudante de dirección. Desde ya percibo los 2 estilos de dirección, la tranquila y sosegada, pero precisa de mi amigo y la agitada y nerviosa, pero activa de su ayudante. 

El combo, una especie de garita de control para que no se pase nada

Tras un saludo breve de unos segundos me manda al Combo. Se trata de una carpa negra semioscura que se encuentra cercana al rodaje pero fuera del campo de tiro de las cámaras. Para los legos en la materia es una especie de miniestudio de control o vigilancia donde 3 o 4 personas no pierden cuerda de lo que pasa a 20 metros en el rodaje. En dicho santuario compuesto por 2 pantallas, una especie de mesa-pantallla de mezclas, algo así como un superordenador  e instrumental tecnológico como para hacer caer un misil en mitad del Pacífico. Bajo el fúnebre techado a 4 aguas de la carpa, con sujeción metálica de toldo de picnic,  hay cuatro sillas, dos de ellas siempre ocupadas por la Script  Pepa  y la directora de la segunda unidad  Carmen, ambas profesionales de la altura que merece esta producción. La primera  estuvo al pie de los restos del avión de la película de Bayona, La sociedad de la Nieve, rodada en su parte española en Sierra Nevada. La segunda, ganadora de 13 Emmys  y otro que está en camino, me explica y responde atenta, cordial y empática a mis preguntas de ignorante en la materia. Hay también un tipo gigante que controla el superordenador que va grabando y guardando copias de seguridad y pasandole filtros lumínicos a la escenas. 

La zona de la alberca donde se desarrollan las escenas de esos días,
 si os fijáis al fondo a la izquierda estan rodando la escena

Tres escenas después, Sergio entra en el combo para presentarme el rodaje. Bajamos al escenario de la Alberca, en el lateral izquierdo de la bodega, el jardín noble de la mansión,  con pequeño corredor porticado de parras  y con una piscina rectangular y estrecha, un lujoso y amplio pilón de pueblo limpio y acondicionado para el baño en cuyo centro como si se tratara de una fuente romana cae sonoro un chorro de agua, todo rodeado por césped y al fondo un par de tumbonas sobre una estructura de madera. Describo  minucioso este lugar desde el que se divisa el viñedo porque será este el escenario de los dos días de rodaje; a efectos de optimizar los recursos de la producción y también de paso de esta narración. En esta zona transcurre el Interrogatorio del Subteniente Castro (Raúl Prieto) de la Guardia Civil- Policía Judicial a Ceci (Maxi Iglesias) unos de los sospechosos de la trama de la serie. Y alrededor de este cráter de hormiguero llamado escenario, se agitan hasta 25 o30  hormiguitas obreras cada una a su función. Son los imprescindibles peones de esta partida de Ajedrez llamada Matices.

Meriweather en el mini-combo de dirección

Sergio me presenta de camino a su mini-combo de dirección a su ayudante, uno de los imprescindibles del rodaje  Pablo G. Bonis, pieza fundamental de esta partida de ajedrez, su figura la Torre, seguro y con un movimiento decidido se desplaza por el tablero como si fuera suyo. ¡Hombre el famoso Patrick!, me han hablado mucho de ti, en ese momento, sin quererlo, me siento protagonista de una superproducción.

Bonis (camisa blanca), aunque sentado, da instrucciones por el walkie

Mientras charlamos unos segundos, las hormigas se afanan en colocar cámaras, pantallas, iluminación para el cambio de escena, desmontan todos los elementos para hacer del mismo sitio un sitio diferente simplemente enfocando lo mismo desde otra perspectiva, este tablero lo compone el gran Miguel Roldan, un hombre enorme en todos los sentidos, se acredita segundo en la claqueta,  su pieza en este ajedrez, es la Reina, no solo por lo alta y grande, si no por que se mueve y mueve a todos los peones de negro para todos los lados del tablero componiendo la iluminación, opera la cámara a su antojo, componiendo con su acreditada experiencia una escena perfecta. 

Max Iglesias bajo sombrilla y abanicado por su asistente

Los asistentes de los actores, como si se trataran de mayordomos, portan paraguas que funcionan como sombrillas y ventiladores de mano cuyo aire posan sobre la cara del actor para que no suden en exceso en esos intervalos que van de la zona de camerinos situado en las habitaciones del hotel-bodega a la zona donde se rueda.

El cambio de artillería audiovisual da tiempo para que el Rey con su paso seguro me siga enseñando su reino. Avanzamos ante la mirada de respeto, no solo a la dignidad real sino a su tranquilo buen hacer, de todo el que nos cruzamos. Llegamos a la zona del catering, auténtico centro social de todo rodaje, porticada y que seguramente sirva a la Hacienda Zorita  para celebrar bodas y banquetes. Ya se empiezan a sacar los primeros manjares. Observó en las mesas bebidas de 2 litros de primeras marcas no así cervezas ni el vino propio del lugar. La razón es muy simple, y es que tras la hora de la comida que aquí se conoce como +1, se esperan aún 4 horas donde se espera que todos los hombres y mujeres del Rey, precisión y buen hacer.

Tras la comida reunión de equipo, muy operativa, solo dura 15 minutos

El menú siempre se compone de buffet para crear tu propia ensalada junto a un par de ya creadas, en los dos días que estoy en el rodaje: ensaladilla rusa, salpicón de marisco, ensalada campera y otra de lentejas. Los segundos son ligeros, carne con verduras asadas y el otro día pollo al ajillo con papas panadera. Hidrata adecuadamente: el primer día gazpacho y el segundo una variante de esté sabor sandia. De postre siempre fruta cortada y  entera y el primer día natillas líquidas en vaso de barro y el segundo día el clásico helado de nata con fresa o de vainilla con  chocolate . El café, única droga permitida, en la producción se termina antes del fin de la comida y tenemos que recurrir a una Nespresso. 

Canovas, aprovecha la pausa +1 comida para mandar un audio a Elsa Pataky sobre su personaje

Tras el set gastronómico y la zona de restauración llegamos a lo que era antes de que la superproducción invadiera el hotel-bodega el comedor del restaurante, lo atestigua  unas estanterías repletas de botellas de vino criando polvo. Donde  antes se servía deconstruida  la neu cocine zamorana,  hoy se crean maquillajes y peinados. No deben ser artes menores, porque, a pesar de que es una estancia que permanece casi siempre vacía, hay 5 puestos con las típicos espejos de bombillas vistas haciendo de marco y  sillas que son  casi  tronos en comodidad y tamaño.  Me acerco a curiosear una de las mesas,  sobre su superficie hay una ristra de cepillos rizadores de colores que componen un arco iris cromático. Allí en realidad hay todo tipo de material que uno se pueda imaginar para maquillar y peinar cualquier caracterización.


Miriam Giovanelli, maquillada insitu, en la misma escena

El Almacén es un espacio contiguo a Maquillaje se trata de una gran nave de 2 pisos de altura posiblemente utilizada como bodega de exhibición o como almacén propiamente dicho. Si elevamos la mirada en uno de los laterales se abre un balcón acristalado que acoge la sala de cata, una mesa redonda en forma de arandela con una apertura en forma de cuña para que el sommelier entre a explicar la cata. Cada puesto tiene una escupidera metálica en forma de embudo con depósito a la altura de las rodillas. Preguntado por este espacio mi amigo dice que no les vale para ninguna escena porque la mesa es demasiado grande y solo son 6 los pacientes los del doctor Marlow, siendo una mesa con capacidad para unas 12 personas.

Volviedo al almacén  encontramos todo lo necesario parael rodaje desde grúas a todo tipo de material óptico para las cámaras, hay grandes cajas transparentes etiquetas que contienen la temática que anuncia.  Tres estanterías abren cuatro pasillos con baldas a rebosar de objetos decorativos para el atrezo interior y exterior que transforma el hotel-bodega Hacienda Zorita en el Vrindaban Terapéutico de la trama, como si de un macro-chino se tratara no falta de nada para esa metamorfosis tan necesaria.

Avanzamos hacia producción que ocupa el hall-recepción del hotel del que realmente no conocemos su estructura original ya que un falso muro lo ciega. Allí 2 mesas alargadas de esas blancas que lo mismo valen para una boda que para el rodaje de una serie hacen las veces de co-working, preside la mesa tecnológica la única impresora del rodaje que todos los días imprime el cronograma, una herramienta muy útil para ordenar el rodaje. En un extremo se sientan 2 tipos de los que no me entero exactamente lo que hacen, en otro están Almudena y de vez en cuando también Camino de Secuoya Estudios.  Y al fondo una de las chicas de vestuario que cuando no está en la mesa absorta en su pc, está en escena percha en mano llevando la prenda que se debe vestir en ese momento el actor de turno. En el otro extremo se encuentra Alex Meriwether, nombre artístico de Alex Merino, compañero inseparable de Sergio desde sus días en el colegio británico. Representante en este espacio de la productora Stellar Media, la creadora de la serie y cuyos componentes forman las fichas claves de este juego de ajedrez. Meriwether es el caballo, es la única pieza capaz de saltar por encima de las demás  y se mueve a su antojo por el tablero de la producción, un movimiento elegante pero al mismo tiempo preciso y tranquilo como lo es él. 




Sergio me invita a conocer los distintos  interiores que se han preparado para la serie, torreón arriba nos encontramos con el comedor cuyos detalles me describe con precisión, el despacho del doctor cuyos muebles se han montado exclusivamente para un par de escenas y la sala de billar del último piso completamente desmantelada y llena de mobiliario de las dos anteriores. Por último, vemos el balcón esquinero de cuyo vano pende sujeto con cuatro alambres un reloj que irá dando campanadas marcando los tiempos de la serie, puede que sea el elemento más destacable de todo el conjunto.

Muchos elementos se incrustan en el decorado para convertir Zorita en Vrindabran
 (Estatua, Reloj del balcón esquinero y vegetación artificial que aquí no se distingue)

El último edificio que visitamos es una de las dos casas que forman la parte noble de la casa, en la misma entrada enrejada de la bodega, frente a ella está la que da al jardín noble, el de la alberca. En este edificio existen cinco habitaciones de las diez que posee el complejo hotelero. Dos de las habitaciones situadas en la planta de abajo, están ocupadas  por vestuario y figuración. Desde la distancia (ya que no está esos días) las dirige  Ariadna, la hermana de Sergio y compañera inseparable en sus andanzas creativas. Su pieza uno de los Alfiles, elegante como su profesión controla todo el proceso, me dicen, de forma meticulosa y ningún detalle escapa a su ágil movimiento diagonal entra la cuidada cromática selección de las prendas elegidas para cada personaje de la serie. 

El salon de la serie su decoracion es agena al de la bodega

En la parte de arriba del mencionado edificio contiene la habitación de los personajes y la de Ceci (Maxi Iglesias) donde aparece un niño que le persigue durante toda la serie. La decoración de estos espacios está milimétricamente cuidada al menor detalle y es totalmente diferente a la base de la que parte, un hotel-bodega de 5 estrellas superior como es la Hacienda Zorita. Hay un esfuerzo grande de transformación  del rural en tonos terrosos al lujoso verde y oro, que va desde las pastillas de jabón de tocador hasta los cojines que adornan la cama.  Incluso los fantasmagóricos cuadros de cipreses  que pueblan las paredes nos transportan a otro mundo.

El sargento Garza, un pequeño papel para Naya

La otra pieza compañera del Alfil, la posee Javier Naya, con afiliada pluma de guionista, es el artesano jefe de esta ingeniosa de obra que bebe de Agatha Christie y de Mr. hitchcock que durante estos intensos días me hace de Cicerón de la producción explicándome en conversaciones de desayuno y cena (en el magnífico hotel  donde se alojan los actores y el equipo directivo ) con todo detalle el proceso creativo de la escritura del guión y la composición y particularidad de la productora Stellar Media  para crear este y otros proyectos que un futuro vendrán. Con el café y los huevos revueltos con jamón ibérico del desayuno y  la mirada el río Tormes  y un Verdejo tras la cena  en la terraza del hotel con la misma vista pero con un matiz lumínico diferente y su entusiasmo puedo entender cada detalle de todo lo que acontece y acontecerá en un futuro Stellar. 

Así pasó 2 días moviéndome como pez en el agua en un mar ficticio que no me pertenece, un lugar que no existe ahora pero que existirá en un futuro no muy lejano, en una ficción elegantemente construida, que en poco más de 6 meses se convertirá en una realidad “sin matices”.



jueves, 22 de agosto de 2024

ADOLESCENTES Y CAMINO NO SON ANTÓNIMOS

 Trascribo con el permiso de la autora estas tiernas y amorosas líneas más vivenciales 

dedicadas a nuestro camino como resumen de este Camino Primitivo en su parte asturiana


Esta historia tiene cuatro personajes, un deseo y un objeto.



Los personajes son Mario (14 años), Diego (15 años), Patrick (padre de Mario) y María 
(madre de Diego).


El deseo (o sueño): hace algo más de tres años se escucha a María comentar a Patrick: 
“Me encantaría hacer el Camino de Santiago con mi hijo mayor”. Patrick, alma 
planificadora, responde: “Pues yo ya lo estoy mirando para hacerlo con Mario…”.
El objeto, la lámpara mágica, o la varita mágica, lo que te guste más. Es el que hace 
posible esta historia.


Agosto de 2023: Los cuatro  personajes caminan durante cuatro duras jornadas por el llamado 
Camino Primitivo. Comienzan en el Albergue de Peregrinos El Salvador de Oviedo y llegan hasta Tineo, 
atravesando multitud de lugares,  villas, aldeas y pueblos, que menciono a continuación como forma de honrar a sus habitantes: Premoño, Vega de Anzo, Paladín, Peñaflor, Sestiello, Grado, San Juan de Villapañada, Cabruñana, San Marcelo, Doriga, La Rodriga, Cornellana, Casazorrina, Salas, Porciles, Bodeyana, La Espina, La Pereda, El Pedregal, El Crucero y Tineo. 


Una experiencia más, a ojos de unos, “un sufrimiento sin sentido”, pensarán otros, pero, 
a ojos de ellos, la cosa parece más profunda. Tras el viaje, se escucha comentar a María: 
“Ya me puedo morir en paz con lo que he compartido con mi hijo”.
Lejos de toda planificación, el universo vuelve a confabularse (o en este caso la lámpara 
mágica vuelve a hacer su papel) y un año después los cuatro personajes están 
caminando de nuevo desde Tineo, donde lo dejaron. Y en tres duras jornadas, llegan 
hasta Vistalegre.



Belleza, superación, sudor, generosidad, alegría, amor… eso ha sido el Camino para 
nosotros. Agradecimiento también. Éste sería el elemento que faltaba mencionar en
esta historia. Agradecimiento a nuestras familias, que se quedaron esperando y
cuidando al resto de las criaturas, a algunos peregrinos (Noé y María y los apodados 
“andaluces”), a los lugareños que nos dieron agua de sus casas, a los voluntarios del 
albergue de Pola de Allande (Milagros, Floret y Jhon) y, sobre todo, a los adolescentes. 
A nuestros hijos adolescentes, Mario y Diego, que nos han regalado la oportunidad de 
poder compartir con ellos esta experiencia y nos han permitido mostrarles las bondades 
del Camino de Santiago. Más que la lámpara o varita mágica, son ellos los que guardan 
la magia de hacer posible esta historia.
 


Maria Antolín

Madrid, agosto 2024

LA HISTORIA DEL HOMBRE DE LOS 80 MILLONES DE EUROS (Tres historias del Camino Primitivo de Santiago)

 La subida al Alto de Palo a poco menos de 1200 metros es probable que sea lo más montañoso y agreste de todo el Camino de Santiago. La etapa marca desde Pola de Allande a Berduceo y visto  la documental no hemos sido los unicos en proponer esta etapa. Sea por esa potente subida de más de 700 metros al Palo, sea por la prolongada y más suave bajada a Berduceo, sea por el calor, ya que al día siguiente de nuestro ascenso hay anunciada ola de calor…  El caso es que la etapa que afrontamos aquel sábado 10 de agosto del 2024 quedará en nuestro recuerdo del camino. La etapa puede que sea un castigo para los que eligen no adentrarse en la todavía más dura Ruta de los Hospitales (antiguos albergues de peregrinos, hoy en ruinas o desaparecidos) y que recorre la cuerda de aquellas sierras para hacer el recorrido entre Borres y Berduceo. Tanto los que salen de la Pola como los hospitalarios unen sus caminos en el Alto del Palo y les espera en verano una ruta de descenso de algo más de 7 kilometros sin una sola fuente de agua. Esta es la historia de un ascenso y descenso sin el preciado liquido.


En la vertiente noroeste de la montaña, el agua es abundante en arroyos y fuentes no potabilizadas, pero si queremos agua potable tendremos que llenar nuestras cantimploras en Allande. El último reducto de agua lo encontramos en el último trecho de subida a el palo, un abrevadero de vacas, cuya fuente sale de la roca madre, en agosto, gotea a un ritmo de 2 gotas por segundo.


Diego y Mario llegan los primeros al Alto del Palo


Tras pasar el Palo, la ruta para llegar a Berduceo atraviesa dos pueblos. El segundo Lago, en el que a pesar de su acuático nombre su fuente permanece seca y el protagonista de esta historia, Montefurado. Este pueblo cuyo nombre tiene mucho que ver con la forma de extracción del oro que los romanos hicieron  por estas tierras, se divisa desde el puerto y se trata del típico pueblo de arquitectura negra de alta montaña siendo el más alto de la región. Aunque no es más que una aldea compuesta por no más de 3 o 4 casas que quedan a la derecha del camino en una de las cuerdas que dividen el valle. Se desciende desde el Palo  y el camino toma la intención de atravesarlo, se divisa bonito, estrecho, largo pero pequeño…recuerda salvando las distancias de materiales y tiempo a un pueblo del oeste, salvo que aquí a un lado hay casas y en otro un prado.  La primera construcción es una capillita encalada en blanco y de techo en pizarra, como no, dedicada al Santo patrón del camino. He leído que el último hospital de la cuerda, se hallaba aquí. 



En la primera construcción, un establo con un cerco de piedra como los que hace Mohamed
allá por Alla-nde (valga la redundancia) protagonista de otra historia de esta trilogía,   tres chicas peregrinas y belgas se afan en recopilar agua de un depósito plástico, que nosotros ni consideramos por pensar que se trata de agua para consumo animal. Avanzamos un poco más y nos refugiamos en lo que parece ser un establo con una vieja y enorme puerta de madera que arroja algo de sombra.


María, compañera peregrina rescata 2 cantimploras vacías y divisa un caño que a modo de fuente pública sale de la pared de una de las casas y vierte sobre un pilón rectangular, pequeño como esta aldea. En ese momento de la casa de enfrente sale un paisano de cerca de 80 años con ropas rústicas y me fijo que descalzo, en calcetines... nos dice que nos encontramos en su propiedad. Decimos de ponernos en otro lado, que no queremos molestar, pero que pensabamos que era parte de la calle o servidumbre que sin distinción de cercas ni vallas atraviesa todo el pueblo. Con boca pequeña nos dice que si solo somos nosotros no hay problema. Preguntado por la fuente, dice que no la hay y que no la cojamos de ese caño. Acto seguido grito a Maria para que no coja agua. Nos cuenta que los vecinos tienen que traerla ellos, mediante obra canalizada de la montaña, obra civil que costean ellos. Le preguntamos dónde acaba su propiedad pero dice poseer todo lo que abarca la vista hasta los molinos de la gran montaña que se divisa enfrente, aunque luego se corrige y dice que es propiedad comunal, como si de un monte vecinal se tratará.


 Puestos a respetar la propiedad privada y también la escasez de agua abandonamos el suelo del rellano de su establo, aunque según lo dicho abarca toda la extensión de nuestra vista  pero pasado el pueblo nos detenemos en un bosquecillo donde también se paran a nuestro lado Noe y Maria, protagonistas de una de las historias de las tres de esta serie.


El siguiente pueblo Lago tampoco tiene ni una gota, pero aquí si encontramos caridad peregrina en un casa ajardinada con geranios  a pie de carretera… Por fin, después de cuatro kilómetros más de  un monótono paisaje de pino de repoblación y helecho llegamos a Berduceo, final de nuestra etapa.


Allí me bebo un tercio de cerveza sin alcohol de tercio como si fuera agua, otro de Estrella Galicia Roja este con moderación alcohólica, luego para continuar media gaseosa que le ha sobrado a mi hijo Mario. Gases suficientes para perder el apetito de la generosa y apetitosa cena  que con amor y generosidad cocinan Milagros y Florin voluntarios en nuestro Albergue Donativo Polagrino.


Con tanto bebercio a la espera de Maca, mi mujer, nos recoja con el coche de apoyo, el camarero curioso por tan ardiente sed nos pregunta por la etapa. Le contamos la anécdota del paisano de Montefurado. Nos cuenta que ese tipo es multimillonario, que recibió una indemnización de 80 millones de euros cuando el Estado expropió ilegalmente la cima de los montes para colocar unos molinos para producir energía eólica. Debe referirse a ese monte vecinal que coronaban los molinos que era de la propiedad del paisano montañés ( y según el del resto de sus vecinos).


Ahora, ya en Madrid, cuando me documento para escribir esta historia no encuentro nada sobre la multimillonaria indemnización, lo que sí encuentro es que Montefurado es uno de los 2000 lugares de esta España nuestra conocidos como núcleos de población unipersonal . Es decir,  que aquel paisano que nos recibió en calcetines de rombos era el único vecino del  pueblo como lo atestigua este artículo de la Nueva España, un periodico regional de la comunidad autónoma donde entrevista a este y otros paisanos que quedaron solos en la Asturias vaciada 


En la cómoda subida que hacemos al Palo, esta vez en coche con aire acondicionado, reflexionamos sobre la negativa del paisano multimillonario a negarnos el agua y nos  dan ganas de parar a pie de pueblo para recargar las cantimploras con el agua del hombre de los 80 millones.




María y Patrick extenuados y deshidratados en la bajada del Palo

Os dejo aquí una reflexión más personal de María sobre el camino, gracias amiga por cederla y completar asi esta trilogía https://espagnaplural.blogspot.com/2024/08/adolescentes-y-camino-no-son-antonimos.html