martes, 26 de agosto de 2025

El HOMENAJE de rodar una serie cada verano

 

Cánovas da instrucciones a los actores y
yo le observo desde el combo junto a Pepa Dominguez la Script de la serie










 

Me encuentro en la esquina de Santa Engracia con García de Paredes, el punto elegido para citarme con Sergio Cánovas Rivas, director de El homenaje, la nueva serie de la productora Stellar Media y Secuoya Estudios para las plataformas Sky Showtime y Amazon Video, con la que este director afronta su tercera serie en menos de cuatro años.

Parece que Cánovas le ha cogido ganas a eso de finiquitar el rodaje en menos de un verano (unas ocho semanas). Quizás se trate de una fórmula mágica desconocida en los platós de las series españolas. O sea, su particular visión de cómo se debe desarrollar un rodaje. Después de todo, este director no se define con la manida frase “estoy haciendo el trabajo de mis sueños”, sino que para él esto es solo una experiencia más en su amplia carrera en el mundo de los espectáculos, de ahí su rigurosa, sintética y aséptica forma de afrontar lo que debe ser un rodaje.

La hora de quedada son las 12:30 h, el destino es El Plantío, una lujosa urbanización en Majadahonda. A esa hora en esa esquina de Madrid dos viejos otean la calle entreteniendo la mirada en las novedades del eje castizo. Desde ese cruce se divisa la antigua casa de la poderosa Afrodita del Madrid liberal, Ayuso, pero seguramente ellos no posean ese dato ni tampoco puedan imaginarse que ese hombre de aspecto juvenil, pero ya entrado en la cincuentena, que luce camiseta blanca con referencia a Kill Bill y pantalones claros vaya a codearse ese día con estrellas del cine nacional e internacional.

Acompañan a Cánovas Mario Reyero, segundo asistente de dirección; un niño actor que participa en la serie, y Yamil, coach de actores y auxiliar de dirección, encargada de infundir seguridad, especialmente a los actores infantiles. Punto este esencial en la nueva serie, pues cómo podríamos contar la historia de una familia sin retrotraernos al pasado y qué mejor contenedor de recuerdos que la infancia. De esta estrategia ya se dieron cuenta en las dos  series anteriores, pero es en la actual cuando han subido el listón de la profesionalidad de estos pequeños actores: durante la mañana conozco a Kaleeshi Avila, Greta niña, y a Zöe Millán, Greta preadolescente, que no hacen más que confirmar lo dicho.

Un coche de siete plazas nos recoge frente a la pequeña oficina de la productora; tras abandonar la A-6 y pasar por debajo de la línea férrea que une Madrid con El Escorial, entramos, por increíble que parezca, en una carretera privada, prohibida por una barrera que se abre a nuestro paso. Durante el camino, el director comenta con su asistente y por teléfono con los diferentes jefes de equipo los cambios que habrá que realizar en la jornada de hoy por la falta de disponibilidad de uno de los protagonistas y por otros eventos que afectan al rodaje. La realidad es cambiante y eso tiene también su punto de aventura. El día está pagado, los medios humanos y tecnológicos en el plató y no se pueden desperdiciar. Adaptarse o morir, que diría Darwin.


Monumental entrada clásica de la villa


El lujoso jardín de la mansión

La monumental escalera decorada con ambiente navideño










Tras un largo cuarto de hora de bosque privado de encina y pino, llegamos a una urbanización exclusiva compuesta por un puñado de villas de un tamaño considerable. Una de ellas, que la productora tiene alquilada para el rodaje, es la residencia del productor José Frade y, en su día, lo fue de Norma Duval. Hoy es el último día de rodaje en la mansión y por delante tenemos una larga jornada, hasta las doce de la noche, para completar todas las escenas que faltan por hacer en este grandioso decorado, adaptado para acoger a la familia protagonista, los Novak. Las estancias están bastante trilladas después de dieciocho días de rodaje. Gran cantidad de material cinematográfico se distribuye por varias habitaciones y el gran jardín. Para no entrar en la descripción pormenorizada de los diferentes sets que componen una serie, os remito a mi crónica del anterior rodaje. Aquí solo daré unas pinceladas. Hay una habitación, el despacho del patriarca, destrozada por la explosión que abre la serie y a través de la cual se cuaja la trama. Y luego las demás habitaciones sin mucha más decoración que la que aportan de base (de hecho, el cuarto de baño de la suite principal mide lo que la casa de este servidor, por lo que os podéis imaginar el glamour y el lujo en el que transcurren las escenas).

Con el director de la serie en el salón tras la explosión que da origen a la trama de la serie
Con el director de la serie en el salón
 tras la explosión que da origen a la trama de la serie

El mismo salón antes de la explosión

Un paseo con el director por los diferentes escenarios y sets del rodaje puede sugerirnos las dimensiones de su último proyecto, diferentes habitaciones con iluminación son los escenarios en los que transcurre la trama. El jardín también es protagonista, incluso hace de cementerio. La piscina cubierta, decorada como una terma romana, constituye una escena escalofriante que veréis cuando se estrene la serie. Los sets son los habituales, salvo que para esta superproducción desbordan los espacios: así, maquillaje arrincona los mercedes y coches de lujo de Frade; la bodega y la despensa están invadidas por figuración; cuatro filas de percheros anuncian no una boutique de moda, sino ropa para treinta personajes, y hay un muro de cajas con los complementos de cada uno de ellos etiquetados y preparados para cada momento; por último, las habitaciones del personal, todas con baño propio, sirven de camerino a las estrellas, y la sala de juegos la ocupan los niños actores junto a su coach.

Las escenas se suceden a lo largo de la mañana y pronto llega la pausa para comer. Sergio me dice que van bien de objetivos, pero que les espera una tarde intensa. El equipo creativo (aquí para conocerlo) de Stellar Media está acostumbrado  a estas maratonianas sesiones de rodaje estivales. En verano de 2022, en la madrileña sierra de Guadarrama, se bautizaron con Noche de chicas, una serie de presupuesto modesto donde volcaron ese afán creativo, emprendedor y ambicioso del joven equipo, que lo dio todo con un resultado irregular según la crítica , pero que consiguió abrir brecha y despertar el interés de  las plataformas y productoras por ese entusiasmo para obtener un producto de calidad que gusta al público a un precio muy competitivo. El verano de 2023 fue un lapso que aprovecharon para fortalecer el proyecto en busca de mejor financiación a fin de subsanar la carencia que habían experimentado con Las chicas y, de paso, fortalecer la libertad creativa fuera de la tiranía de la plataforma. Yo fui testigo de excepción de los dos años que concluyeron con el rodaje en verano de 2024 de su serie Matices, estrenada con amplia promoción en junio de 2025 en la plataforma Sky Showtime. Igualmente se desarrolló el rodaje en un verano, en tres localizaciones (Vrindavan en Zamora, Marruecos en Canarias y un hospital en Alcorcón).

El proyecto se ha consolidado este año con el rodaje de El homenaje, que vuelve a aprovechar los incentivos fiscales que ofrece la Comunidad Autónoma de Canarias, donde se rueda el segundo bloque. El resto se produce en Madrid, lo cual abarata costes de alojamiento. En localizaciones como la que hoy nos ocupa, se pueden condensar múltiples escenas en algo menos de veinte días, optimizando los recursos para conseguir un producto de calidad a un precio muy competitivo, una forma de hacer que Cánovas, educado cinematográficamente en EE. UU., emplea con excelentes resultados.


Pero nos habíamos quedado en la tarde. Aprovecho la pausa de la sobremesa para recorrer los alrededores de la mansión, curiosear la biblioteca de Frade, donde cada libro lleva la dedicatoria de su autor, y enseguida comienza el rodaje vespertino por el que van desfilando las estrellas, sin nada que envidiar al de por la mañana. Tengo la oportunidad de conocer la maestría de la joven actriz Georgina Amorós, que se desenvuelve interpretando a la Norma joven. Como he dicho, la tarde se llena de estrellas y en el combo donde yo asisto atónito a los “matices” que la script Pepa Domínguez imparte, se sienta a mi lado, como quien no quiere la cosa, Enrique Arce, que se ha cortado su media melena pijo-canallesca, perdiendo parte de su sansónico poder. Mientras que la diva Pataky se codea con el todopoderoso octogenario Poncela, que está tan seguro de sí mismo que imparte doctrina magistral sobre su colocación y actitud en la escena a los diferentes directores que lo rodean: Bonis, Cánovas y Roldán le dejan hacer por no contradecir su cátedra de casi 60 años al frente del cine español.


Tras la escalera Cánovas da instrucciones a Amorós para la escena

   La singular Georgina Amorós, una de las apuestas de Cánovas, para esta nueva temporada



Entrada monumental con el retrato  del patriarca, el del Homenaje, interpretado por Poncela

Me ha faltado ver las arrugas consentidas de Ángela Molina, la Norma madura, para que el Homenaje sea total pero es difícil coincidir en un solo día con tanto genio del celuloide. 

El Plantío (Majadahonda [Madrid]), 22 de julio de 2025.

Retrato de Ángela Molina, con sus consentidas arrugas



Piscina cubierta vacía, decorado de una escalofriante escena

Cánovas hablando con su equipo,
entre ellos Javi Naya que repite
como guionista y actor secundario