domingo, 13 de septiembre de 2009

MI PUNTO HORTERA (mi punto friki)

Andy y Lucas, Julio Iglesias, Bisbal, los Chunguitos, los Chichos, Kiko y Sara, el Arrebato, Carlos Cano, la zarzuela, la jota, el hip-hop flamenco, la Niña Pastori, "el poble Miguel", los CDs de recopilación con los éxitos del verano que compras en las gasolineras y que nunca son versiones originales… Las beisoleras, las gorras y sombreros de todo tipo, el pendiente de aro, la ropa pasada de moda… Los apartamentos en torres altas en Benidorm, la pensión completa en hoteles de tres estrellas fuera de temporada, las postales típicas, los objetos de aseo de los hoteles, los pases de temporada de parques temáticos… La cerveza de la botella, o con hielo y limón en un vasote, la comida con hueso con las manos, la sopa a sorbos, la servilleta en el cuello, los buffets de "coma todo lo que pueda", las ofertas y promociones para comer en restaurantes “fast food”… Las marujas de la escalera, las tres partes de Torrente, Aída, la películas del destape, las chicas Almodovar….

El problema de pretender pertenecer a la clase “media” es tener que justificar el punto hortera derivado de que te gusten estas cosas. Si algo me ha enseñado la vida es a aceptarse tal como uno es, ya que todo crecimiento personal se vuelve imposible sin hacer caso a esta máxima.

Por eso, me la toca, y perdonen la expresión, lo que el mundo piense cuando consumo estos “bienes” de dudosa reputación. Y aunque el aterrador peso de la conciencia de clase adjetive parte de mis gustos como horteras (cuanto no algo frikis), he decido, para ser más yo, convivir con ellos porque son parte de mi "yo" más auténtico.