LA HISTORIA DE NOÉ (Tres historias del Camino Primitivo de Santiago)
Alfonso II, el casto, monje antes que rey, abrió la primera ruta Xacobea de la cristiandad, por la noticia que llego a Oviedo de que en Compostela en el año 823 se habían encontrado los restos del apóstol de Cristo, Santiago. Casualidades de la vida y del paganismo anterior ya había una ruta parecida para llegar al final de la tierra (Al Finisterre)
El rey casto se dispuso a recorrer los 335 km que separan las dos ciudades, abriendo así, lo que sería el primer camino de Santiago y por ahora el más duro de las rutas para conseguir la compostelana. Lo que no sabe la gente es que esa agreste ruta entre las montañas de la cordillera cantábrica la hizo cómodamente en litera porteada por sus siervos.
En la Etapa que conduce de Berducedo a Grandas de Salime , tras una subida suave desde la aldea de A Mesa. Se desciende vertiginosamente desde el Alto de Buspol a la Presa de Salime en poco más de 7 kilómetros 800 metros de desnivel. Ya os digo que el rey casto no sufrió ni la ola de calor (36 grados) que nos acompañó aquel día de nuestro descenso ni mi dolor de rodillas. Lo primero por que el cambio climático, pese a los negacionistas no existía en el siglo IX y lo segundo por el mencionado porteo.
Los peregrinos que iban tras nosotros se detuvieron en el mismo lugar, primero una pareja andaluza que nos dieron consejos de hidratación (agua al lomo , cabeza y almohadillas) y nos donaron litro y medio de agua (que en alta montaña en verano es muy apreciada). Luego llegaron dos gallegos Noé y María que también se preocuparon por el estado de la perra. Maria nos tranquilizó y dijo que a su perro le paso lo mismo.
Tras 20 minutos de angustia y reposo la perra empezó a retomar una respiración algo menos agitada y fue en ese momento cuando Noe, un musculoso chico de unos veintimuchos se ofreció a llevar a transportar los 20 kilos de Katy en volandas. Al principio insistió en cargar también con su mochila, cosa a la que me negué.
Con Noe y Maria ya nos cruzamos en la etapa anterior, incluso les habíamos ofrecido la sombra que dejábamos tras comer a la salida de la aldea de Montefurado (donde trascurre la última historia de esre ciclo). Alli vi su vestir de negro y sus tatuajes de navajas automáticas que adornaban las piernas de ambos… Uno puede pensar que el hábito no hace al monje y en este caso al igual que en el del rey casto es claramente así.
En el camino encuentras todo tipo de gente, pero el espíritu de generosidad de esta pareja y de la aguadora anterior nos reconfortó gratamente. Sobre todo cuando comenzamos a bajar por el encrespado camino y nos dimos cuenta de que aún quedaba hora y media larga de camino al final de la cual nos esperaba Maca (mi mujer) con el coche, dicho trayecto que hubiéramos podido mal afrontar con ese sol y esa temperatura y porteando a la perra. Noe bajaba ligero como una pluma con la Katy primero en brazos y luego sobre los hombros. Parecía el Rey David, con su camiseta negra de tirantes y su pañuelo arabe rodeando su cabeza y porteando una cabra agradecida que le miraba amorosamente… Noe con su arca: la Katy, se convertía en un profeta heroico del antiguo testamento… Cada vez que parábamos, y lo hacíamos cada poco al principio, yo le profería agradecimientos y alabanzas que él disminuía con frases como qué le gustaba andar al sol o qué le hubieran privado de llevar su mochila era maravilloso y que no le costaba nada…
Poco a poco se distanció tanto que le perdí la vista, no podía seguir su pasos ligeros ya que yo cargaba con su mochilón que pesaba una vida. Katy me miraba tranquila y sería como lo es siempre y ya sosegada y recuperada su respiración… En el último tramo se encontró con Mario, mi hijo, que subía al rescate, alertado por la pareja de andaluces y por nuestros mensajes. Pero este profeta generoso no quiso pasar el testigo y cuando llegué al vientre del Mirador de Boca Ballena , qué biblica imagen, tirados junto a Katy en su vientre no estaba Jonas sino María y Noé.
El rey Casto, fue porteado y Katy fue porteada. El rey monje abrió la primera Ruta Xacabea. Pero fue Noe, el porteador, el verdadero héroe de esta historia.