CUESTIONANDO A LAPORTA
Ya sabréis que Laporta ha dicho -entre otras cosas, que últimamente está que se sale- que los jugadores del Barsa tienen que dosificarse en la selección, porque quien les paga es el Barsa y no la selección. Y digo yo: cuando el padre de Laporta le pida que le eche una mano con algún asunto en el que requiera sus conocimientos de abogado... ¿se dosificará Laporta porque no es su padre quien le paga? La selección española no le paga a Xavi ni a Iniesta, es verdad. Pero la selección española es el equipo de un Estado que le da a Xavi, a Iniesta, y a Laporta, seguridad social, semáforos, carreteras, universidades para sus> hijos, medicinas... Así que si el Estado (por no decir país) le llama, tiene que ir y defender los intereses del Estado. Es una obligación cívica (nadie le pide que sienta los colores). Igual que votar, igual que no tirar papeles al suelo, igual que no despilfarrar el agua...Últimamente se está poniendo de moda cuestionar lo incuestionable. Todo el mundo hace y dice lo que le da la gana, 
al amparo de su libertad de expresión. ¿Podría yo, al amparo de mi libertad de expresión, pintar todas y cada una de las fachadas de Madrid con pintura verde y con la frase "Me gusta la chistorra"? Oiga, es que si a mí me gusta la chistorra, no sé por qué no me dejan decirlo, y expresarlo de la manera que a mí me apetezca... Habría que dejar claro que hay cosas que nunca se han cuestionado, precisamente porque SON INCUESTIONABLES dentro de nuestro sistema democrático, al margen de la opinión de cada uno. Que la foto del Jefe del Estado no se puede quemar, es algo INCUESTIONABLE. Que la bandera nacional tiene que estar en todos los edificios oficiales (junto con las banderas autonómicas, en su caso) es algo INCUESTIONABLE. Que la lengua oficial se tiene que poder hablar en todos los organismos oficiales (coexistiendo, en su caso, con las lenguas autonómicas oficiales) es algo INCUESTIONABLE. Y que un deportista profesional tiene que representar al Estado al que pertenece, es algo INCUESTIONABLE. No es un asunto de estar de acuerdo o no, de sentir una bandera o una selección como propia o no. Es un asunto de cumplir con el pacto social que existe, sin que Laporta lo sepa porque no ha leído nada serio en su vida, entre las personas y las organizaciones que las sustentan. El que cuestiona esto, objetivamente, no es un demócrata, porque rechaza deliberadamente las bases de la democracia; es, al contrario, un totalitario y un antisistema. Y además, y lo que es peor, un incoherente, porque se aprovecha de los mecanismos que la democracia pone a su alcance (por ejemplo, la libertad de expresión) para bombardear los pilares del propio sistema democrático. Pero en España, un tío así es un héroe. Y el que> lo critica, un facha. Así estamos.
Juan Manuel Cárdenas Campos
