miércoles, 24 de octubre de 2012

DAREDEVIL, EL HOMBRE SIN MIEDO




Antes de hacer mis pinitos vía blog publique durante un tiempo un pequeño panfleto literario donde  bombardeaba vía-mail a amigos y familiares con pequeños escritos. Concretamente os traigo la reseña de una película del año 2003, ¡ya ha llovido!, de un personaje que me es muy querido y que he vuelto a recuperar con la lectura compulsiva de todo su comicgrafía. Supongo que si volviera a escribirlo, documentado y leído como estoy en este momento saldrían otras cuestiones de más trascendencia, el estilo sería más preciso, la corrección más concisa, y el cuerpo del texto más estructurado. No obstante quiero divulgarlo tal y como se publico en el nº10 (adjunto el cabecero del boletín original).Si os gusta prometo nuevas entregas de mi querida y ya polvorienta Literatura de Saldo

Literatura de Saldo. una cajón desastre donde expresarme, una egopublicación, número diez, abril de 2003, todas las letras compuestas por patricio narbona vargas/  patricknarbona@ole.com

DAREDEVIL, EL HOMBRE SIN MIEDO

Uno de los personajes más desconocidos del comic en este país, ha sido Daredevil, que fue traducido como Dan defensor. La película lo rescata del injusto olvido de la mortalidad, su esencia más esencial, permítanme la redundancia, y pretende perpetuarlo para el gran público.
La atracción que ejerce sobre el lector es atípica y también lo es este. Adolescentes solitarios, como lo fui yo, y otros especímenes de gente insegura, son los admiradores de este particular superhéroe. Esta admiración tiene que ver con su propia naturaleza; mortal, ciego, seguro pero atormentado, ángel (abogado de causas perdidas de día) y demonio (justiciero vengativo de noche).
 
Tomando el paradigma de Batman, Stan Lee creador de Spiderman,  crea otro huérfano de padres asesinados en su presencia que bajo un traje de mayas y una mascara fantasmal, protege a los inocentes y entorpece la impunidad de los villanos. La diferencia es que el abogado Matt Murdock se crió en un suburbio de Nueva York,  se hizo a si mismo,  y Bruce Wayne, es un multimillonario insatisfecho que lo ha tendido todo excepto venganza. Parten de lo mismo: orfandad forzada, desconfianza en el sistema policial y judicial,  doble vida es decir profesional por el día juez por la noche, amargura anímica, incapacidad de establecer relaciones sentimentales... pero son diferentes.
En este sentido,  la película, ahonda sobre su mortalidad y su vulnerabilidad. Quizás este sea su mayor acierto,  hacer más humano a Daredevil que debe esforzarse en esquivar las balas o morir; vulnerable anímica y físicamente, mientras que el Murciélago lo es solo anímicamente, puesto que los films le sobra el dinero para sofisticar y blindar su equipo. Así el de rojo se atiborra de calmantes y añade una cicatriz más a su cuenta mientras que el de negro tras la escaramuza cuelga su traje en la batcueva se pone la bata de seda y  cena con su mayordomo.


No obstante profundiza también en el aspecto anímico, dotando al héroe de remordimientos, de traumas, de inseguridades, varias veces el personaje tiene que gritar aquello de ¡yo no soy el malo! y aun así queda creíble. La película no desprende un tono pasteloso, al contrario que Spiderman, se funde en una atmósfera gótica e industrial, lo que ayuda a dramatizar las situaciones. El camino es largo, duro y difícil, pero es una elección libre por los necesitados  lo que hace Matt Murdock y aun así hay momentos donde elige para el (escena con Electra en la azotea), elige el amor como ya lo hizo Superman en la segunda parte de la saga. Ningún superhéroe puede dejar los sentimientos a un lado a la hora de trabajar.


Despierta particular simpatía, el sicario del villano, Bulleye, que es un tío calvo y majete con un certero sentido del humor y una puntería no menos eficaz. Quiere matar a Daredevil por que es con el único con el que ha fallado. Colin Farell le da un aire alocado pero sereno con un aire maniaco-esquizoide. El villano de turno, esta interpretado por el increíble Michael Clarke Duncan, negro enorme, también en el trabajo interpretativo al que pudimos ver en la milla verde. Es una pena que no se le deje mas minutos para demostrar su valía y porque no para enterarnos de que pie cojea el malo malísimo, que como ya podemos imaginarnos fue el que mato al padre de Murdock.
 



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