lunes, 26 de agosto de 2024

EL HOMBRE DEL CINE: Crónica de 2 Intensos días en el rodaje de una serie (Matices)

Quería haber titulado esta crónica El hombre de Hollywood, en honor a uno de nuestros directores favoritos: Tarantino   y su sensacional  capítulo del mismo nombre en                                                                                                          la película Four Rooms. El caso es que cuando puse el título actual  no me acordaba que se titulaba asi.                                                                                                     Ahora despues de escribir este artículo, me quedo con el primer título. 

                                                                          Quiero dedicar esta crónica a mi admirado amigo Sergio Cánovas con el que compartí, una infancia y adolescencia llena                                                                           de cintas VHS, peliculas y una cámara video-Betha que hicieron volar nuestra imaginación. 

Somos lo que fuimos.

Sergio Canovas, el hombre del cine,  junto a Miguel Roldán


Nunca olvidaré los dos intensos días en la Hacienda Zorita  (Zamora)  a 10 minutos  de Portugal . Tras un kilométrico puente-presa  que embolsa casi un mar de agua (El GPS así lo certifica cuando colorea en azul casi todo el móvil) y recorridos unos kilómetros más de campiña charro-zamorana de bajo matorral y encinar donde pastan los  pata-negra, surge tras un pequeño desnivel, una vega que destapa un viñedo, que desde ahora llamaremos Vrindaban, antes propiedad Zorita de la Concordia. La extensión de viñas la vigila una torre de unos 20 metros y mientras más nos acercamos más edificios vemos en torno a ese eje centinela.



Por esta avenida se llega a la Bodega


Ya desde la puerta principal sabemos que una vez que atravesemos el mar de viñas, por ese monumental camino franqueado en toda sus extensión por una línea de cipreses a la derecha, nos atrapara la sesión terapéutica final del Doctor Marlow y que solo saldremos de allí si estamos curados o con los pies por delante. Cuatro o cinco vehículos de alta gama en la puerta y dos de guardia civil pueden ponernos en alerta de lo que descubriremos dentro.

Alex Meriweather de producción me sale al paso solicitando con un gesto calmado que pare el vehículo  y con otro que desconecte el motor. Salgo del coche que negro como es solo me proporciona calor bajo el Lorenzo que abrasa el viñedo. Puede que sean los tres minutos más lentos del mundo. De repente, se oyen voces y Alex me da el visto bueno. Arranco el coche y lo sitúo entre un descapotable rojo y uno de la Guardia Civil, en lo que luego sabré que es el parking de clientes, a diferencia del del rodaje cuyos mas de 30 vehículos se oculta en la parte trasera de la propiedad.

Alex me acompaña al interior del Chatau, atravesando una cancela de hierro noble profusamente ajardinada y rodeando el edificio principal por un lateral,  descubro la verdad sobre la aparente soledad que reinaba a la entrada de la bodega. Se trata de un agitado hormiguero de más de 80 personas casi todas vestidas de negro a las que dirige un rey,  vestido de caqui con sobriedad espartana, que no es otro que mi admirado amigo Sergio Canovas Rivas, director de la serie. Junto a él, vistiendo de parecidos colores pero con camisa blanca, se encuentra Pablo, su lugarteniente Pablo, ayudante de dirección. Desde ya percibo los 2 estilos de dirección, la tranquila y sosegada, pero precisa de mi amigo y la agitada y nerviosa, pero activa de su ayudante. 

El combo, una especie de garita de control para que no se pase nada

Tras un saludo breve de unos segundos me manda al Combo. Se trata de una carpa negra semioscura que se encuentra cercana al rodaje pero fuera del campo de tiro de las cámaras. Para los legos en la materia es una especie de miniestudio de control o vigilancia donde 3 o 4 personas no pierden cuerda de lo que pasa a 20 metros en el rodaje. En dicho santuario compuesto por 2 pantallas, una especie de mesa-pantallla de mezclas, algo así como un superordenador  e instrumental tecnológico como para hacer caer un misil en mitad del Pacífico. Bajo el fúnebre techado a 4 aguas de la carpa, con sujeción metálica de toldo de picnic,  hay cuatro sillas, dos de ellas siempre ocupadas por la Script  Pepa  y la directora de la segunda unidad  Carmen, ambas profesionales de la altura que merece esta producción. La primera  estuvo al pie de los restos del avión de la película de Bayona, La sociedad de la Nieve, rodada en su parte española en Sierra Nevada. La segunda, ganadora de 13 Emmys  y otro que está en camino, me explica y responde atenta, cordial y empática a mis preguntas de ignorante en la materia. Hay también un tipo gigante que controla el superordenador que va grabando y guardando copias de seguridad y pasandole filtros lumínicos a la escenas. 

La zona de la alberca donde se desarrollan las escenas de esos días,
 si os fijáis al fondo a la izquierda estan rodando la escena

Tres escenas después, Sergio entra en el combo para presentarme el rodaje. Bajamos al escenario de la Alberca, en el lateral izquierdo de la bodega, el jardín noble de la mansión,  con pequeño corredor porticado de parras  y con una piscina rectangular y estrecha, un lujoso y amplio pilón de pueblo limpio y acondicionado para el baño en cuyo centro como si se tratara de una fuente romana cae sonoro un chorro de agua, todo rodeado por césped y al fondo un par de tumbonas sobre una estructura de madera. Describo  minucioso este lugar desde el que se divisa el viñedo porque será este el escenario de los dos días de rodaje; a efectos de optimizar los recursos de la producción y también de paso de esta narración. En esta zona transcurre el Interrogatorio del Subteniente Castro (Raúl Prieto) de la Guardia Civil- Policía Judicial a Ceci (Maxi Iglesias) unos de los sospechosos de la trama de la serie. Y alrededor de este cráter de hormiguero llamado escenario, se agitan hasta 25 o30  hormiguitas obreras cada una a su función. Son los imprescindibles peones de esta partida de Ajedrez llamada Matices.

Meriweather en el mini-combo de dirección

Sergio me presenta de camino a su mini-combo de dirección a su ayudante, uno de los imprescindibles del rodaje  Pablo G. Bonis, pieza fundamental de esta partida de ajedrez, su figura la Torre, seguro y con un movimiento decidido se desplaza por el tablero como si fuera suyo. ¡Hombre el famoso Patrick!, me han hablado mucho de ti, en ese momento, sin quererlo, me siento protagonista de una superproducción.

Bonis (camisa blanca), aunque sentado, da instrucciones por el walkie

Mientras charlamos unos segundos, las hormigas se afanan en colocar cámaras, pantallas, iluminación para el cambio de escena, desmontan todos los elementos para hacer del mismo sitio un sitio diferente simplemente enfocando lo mismo desde otra perspectiva, este tablero lo compone el gran Miguel Roldan, un hombre enorme en todos los sentidos, se acredita segundo en la claqueta,  su pieza en este ajedrez, es la Reina, no solo por lo alta y grande, si no por que se mueve y mueve a todos los peones de negro para todos los lados del tablero componiendo la iluminación, opera la cámara a su antojo, componiendo con su acreditada experiencia una escena perfecta. 

Max Iglesias bajo sombrilla y abanicado por su asistente

Los asistentes de los actores, como si se trataran de mayordomos, portan paraguas que funcionan como sombrillas y ventiladores de mano cuyo aire posan sobre la cara del actor para que no suden en exceso en esos intervalos que van de la zona de camerinos situado en las habitaciones del hotel-bodega a la zona donde se rueda.

El cambio de artillería audiovisual da tiempo para que el Rey con su paso seguro me siga enseñando su reino. Avanzamos ante la mirada de respeto, no solo a la dignidad real sino a su tranquilo buen hacer, de todo el que nos cruzamos. Llegamos a la zona del catering, auténtico centro social de todo rodaje, porticada y que seguramente sirva a la Hacienda Zorita  para celebrar bodas y banquetes. Ya se empiezan a sacar los primeros manjares. Observó en las mesas bebidas de 2 litros de primeras marcas no así cervezas ni el vino propio del lugar. La razón es muy simple, y es que tras la hora de la comida que aquí se conoce como +1, se esperan aún 4 horas donde se espera que todos los hombres y mujeres del Rey, precisión y buen hacer.

Tras la comida reunión de equipo, muy operativa, solo dura 15 minutos

El menú siempre se compone de buffet para crear tu propia ensalada junto a un par de ya creadas, en los dos días que estoy en el rodaje: ensaladilla rusa, salpicón de marisco, ensalada campera y otra de lentejas. Los segundos son ligeros, carne con verduras asadas y el otro día pollo al ajillo con papas panadera. Hidrata adecuadamente: el primer día gazpacho y el segundo una variante de esté sabor sandia. De postre siempre fruta cortada y  entera y el primer día natillas líquidas en vaso de barro y el segundo día el clásico helado de nata con fresa o de vainilla con  chocolate . El café, única droga permitida, en la producción se termina antes del fin de la comida y tenemos que recurrir a una Nespresso. 

Canovas, aprovecha la pausa +1 comida para mandar un audio a Elsa Pataky sobre su personaje

Tras el set gastronómico y la zona de restauración llegamos a lo que era antes de que la superproducción invadiera el hotel-bodega el comedor del restaurante, lo atestigua  unas estanterías repletas de botellas de vino criando polvo. Donde  antes se servía deconstruida  la neu cocine zamorana,  hoy se crean maquillajes y peinados. No deben ser artes menores, porque, a pesar de que es una estancia que permanece casi siempre vacía, hay 5 puestos con las típicos espejos de bombillas vistas haciendo de marco y  sillas que son  casi  tronos en comodidad y tamaño.  Me acerco a curiosear una de las mesas,  sobre su superficie hay una ristra de cepillos rizadores de colores que componen un arco iris cromático. Allí en realidad hay todo tipo de material que uno se pueda imaginar para maquillar y peinar cualquier caracterización.


Miriam Giovanelli, maquillada insitu, en la misma escena

El Almacén es un espacio contiguo a Maquillaje se trata de una gran nave de 2 pisos de altura posiblemente utilizada como bodega de exhibición o como almacén propiamente dicho. Si elevamos la mirada en uno de los laterales se abre un balcón acristalado que acoge la sala de cata, una mesa redonda en forma de arandela con una apertura en forma de cuña para que el sommelier entre a explicar la cata. Cada puesto tiene una escupidera metálica en forma de embudo con depósito a la altura de las rodillas. Preguntado por este espacio mi amigo dice que no les vale para ninguna escena porque la mesa es demasiado grande y solo son 6 los pacientes los del doctor Marlow, siendo una mesa con capacidad para unas 12 personas.

Volviedo al almacén  encontramos todo lo necesario parael rodaje desde grúas a todo tipo de material óptico para las cámaras, hay grandes cajas transparentes etiquetas que contienen la temática que anuncia.  Tres estanterías abren cuatro pasillos con baldas a rebosar de objetos decorativos para el atrezo interior y exterior que transforma el hotel-bodega Hacienda Zorita en el Vrindaban Terapéutico de la trama, como si de un macro-chino se tratara no falta de nada para esa metamorfosis tan necesaria.

Avanzamos hacia producción que ocupa el hall-recepción del hotel del que realmente no conocemos su estructura original ya que un falso muro lo ciega. Allí 2 mesas alargadas de esas blancas que lo mismo valen para una boda que para el rodaje de una serie hacen las veces de co-working, preside la mesa tecnológica la única impresora del rodaje que todos los días imprime el cronograma, una herramienta muy útil para ordenar el rodaje. En un extremo se sientan 2 tipos de los que no me entero exactamente lo que hacen, en otro están Almudena y de vez en cuando también Camino de Secuoya Estudios.  Y al fondo una de las chicas de vestuario que cuando no está en la mesa absorta en su pc, está en escena percha en mano llevando la prenda que se debe vestir en ese momento el actor de turno. En el otro extremo se encuentra Alex Meriwether, nombre artístico de Alex Merino, compañero inseparable de Sergio desde sus días en el colegio británico. Representante en este espacio de la productora Stellar Media, la creadora de la serie y cuyos componentes forman las fichas claves de este juego de ajedrez. Meriwether es el caballo, es la única pieza capaz de saltar por encima de las demás  y se mueve a su antojo por el tablero de la producción, un movimiento elegante pero al mismo tiempo preciso y tranquilo como lo es él. 




Sergio me invita a conocer los distintos  interiores que se han preparado para la serie, torreón arriba nos encontramos con el comedor cuyos detalles me describe con precisión, el despacho del doctor cuyos muebles se han montado exclusivamente para un par de escenas y la sala de billar del último piso completamente desmantelada y llena de mobiliario de las dos anteriores. Por último, vemos el balcón esquinero de cuyo vano pende sujeto con cuatro alambres un reloj que irá dando campanadas marcando los tiempos de la serie, puede que sea el elemento más destacable de todo el conjunto.

Muchos elementos se incrustan en el decorado para convertir Zorita en Vrindabran
 (Estatua, Reloj del balcón esquinero y vegetación artificial que aquí no se distingue)

El último edificio que visitamos es una de las dos casas que forman la parte noble de la casa, en la misma entrada enrejada de la bodega, frente a ella está la que da al jardín noble, el de la alberca. En este edificio existen cinco habitaciones de las diez que posee el complejo hotelero. Dos de las habitaciones situadas en la planta de abajo, están ocupadas  por vestuario y figuración. Desde la distancia (ya que no está esos días) las dirige  Ariadna, la hermana de Sergio y compañera inseparable en sus andanzas creativas. Su pieza uno de los Alfiles, elegante como su profesión controla todo el proceso, me dicen, de forma meticulosa y ningún detalle escapa a su ágil movimiento diagonal entra la cuidada cromática selección de las prendas elegidas para cada personaje de la serie. 

El salon de la serie su decoracion es agena al de la bodega

En la parte de arriba del mencionado edificio contiene la habitación de los personajes y la de Ceci (Maxi Iglesias) donde aparece un niño que le persigue durante toda la serie. La decoración de estos espacios está milimétricamente cuidada al menor detalle y es totalmente diferente a la base de la que parte, un hotel-bodega de 5 estrellas superior como es la Hacienda Zorita. Hay un esfuerzo grande de transformación  del rural en tonos terrosos al lujoso verde y oro, que va desde las pastillas de jabón de tocador hasta los cojines que adornan la cama.  Incluso los fantasmagóricos cuadros de cipreses  que pueblan las paredes nos transportan a otro mundo.

El sargento Garza, un pequeño papel para Naya

La otra pieza compañera del Alfil, la posee Javier Naya, con afiliada pluma de guionista, es el artesano jefe de esta ingeniosa de obra que bebe de Agatha Christie y de Mr. hitchcock que durante estos intensos días me hace de Cicerón de la producción explicándome en conversaciones de desayuno y cena (en el magnífico hotel  donde se alojan los actores y el equipo directivo ) con todo detalle el proceso creativo de la escritura del guión y la composición y particularidad de la productora Stellar Media  para crear este y otros proyectos que un futuro vendrán. Con el café y los huevos revueltos con jamón ibérico del desayuno y  la mirada el río Tormes  y un Verdejo tras la cena  en la terraza del hotel con la misma vista pero con un matiz lumínico diferente y su entusiasmo puedo entender cada detalle de todo lo que acontece y acontecerá en un futuro Stellar. 

Así pasó 2 días moviéndome como pez en el agua en un mar ficticio que no me pertenece, un lugar que no existe ahora pero que existirá en un futuro no muy lejano, en una ficción elegantemente construida, que en poco más de 6 meses se convertirá en una realidad “sin matices”.



jueves, 22 de agosto de 2024

ADOLESCENTES Y CAMINO NO SON ANTÓNIMOS

 Trascribo con el permiso de la autora estas tiernas y amorosas líneas más vivenciales 

dedicadas a nuestro camino como resumen de este Camino Primitivo en su parte asturiana


Esta historia tiene cuatro personajes, un deseo y un objeto.



Los personajes son Mario (14 años), Diego (15 años), Patrick (padre de Mario) y María 
(madre de Diego).


El deseo (o sueño): hace algo más de tres años se escucha a María comentar a Patrick: 
“Me encantaría hacer el Camino de Santiago con mi hijo mayor”. Patrick, alma 
planificadora, responde: “Pues yo ya lo estoy mirando para hacerlo con Mario…”.
El objeto, la lámpara mágica, o la varita mágica, lo que te guste más. Es el que hace 
posible esta historia.


Agosto de 2023: Los cuatro  personajes caminan durante cuatro duras jornadas por el llamado 
Camino Primitivo. Comienzan en el Albergue de Peregrinos El Salvador de Oviedo y llegan hasta Tineo, 
atravesando multitud de lugares,  villas, aldeas y pueblos, que menciono a continuación como forma de honrar a sus habitantes: Premoño, Vega de Anzo, Paladín, Peñaflor, Sestiello, Grado, San Juan de Villapañada, Cabruñana, San Marcelo, Doriga, La Rodriga, Cornellana, Casazorrina, Salas, Porciles, Bodeyana, La Espina, La Pereda, El Pedregal, El Crucero y Tineo. 


Una experiencia más, a ojos de unos, “un sufrimiento sin sentido”, pensarán otros, pero, 
a ojos de ellos, la cosa parece más profunda. Tras el viaje, se escucha comentar a María: 
“Ya me puedo morir en paz con lo que he compartido con mi hijo”.
Lejos de toda planificación, el universo vuelve a confabularse (o en este caso la lámpara 
mágica vuelve a hacer su papel) y un año después los cuatro personajes están 
caminando de nuevo desde Tineo, donde lo dejaron. Y en tres duras jornadas, llegan 
hasta Vistalegre.



Belleza, superación, sudor, generosidad, alegría, amor… eso ha sido el Camino para 
nosotros. Agradecimiento también. Éste sería el elemento que faltaba mencionar en
esta historia. Agradecimiento a nuestras familias, que se quedaron esperando y
cuidando al resto de las criaturas, a algunos peregrinos (Noé y María y los apodados 
“andaluces”), a los lugareños que nos dieron agua de sus casas, a los voluntarios del 
albergue de Pola de Allande (Milagros, Floret y Jhon) y, sobre todo, a los adolescentes. 
A nuestros hijos adolescentes, Mario y Diego, que nos han regalado la oportunidad de 
poder compartir con ellos esta experiencia y nos han permitido mostrarles las bondades 
del Camino de Santiago. Más que la lámpara o varita mágica, son ellos los que guardan 
la magia de hacer posible esta historia.
 


Maria Antolín

Madrid, agosto 2024

LA HISTORIA DEL HOMBRE DE LOS 80 MILLONES DE EUROS (Tres historias del Camino Primitivo de Santiago)

 La subida al Alto de Palo a poco menos de 1200 metros es probable que sea lo más montañoso y agreste de todo el Camino de Santiago. La etapa marca desde Pola de Allande a Berduceo y visto  la documental no hemos sido los unicos en proponer esta etapa. Sea por esa potente subida de más de 700 metros al Palo, sea por la prolongada y más suave bajada a Berduceo, sea por el calor, ya que al día siguiente de nuestro ascenso hay anunciada ola de calor…  El caso es que la etapa que afrontamos aquel sábado 10 de agosto del 2024 quedará en nuestro recuerdo del camino. La etapa puede que sea un castigo para los que eligen no adentrarse en la todavía más dura Ruta de los Hospitales (antiguos albergues de peregrinos, hoy en ruinas o desaparecidos) y que recorre la cuerda de aquellas sierras para hacer el recorrido entre Borres y Berduceo. Tanto los que salen de la Pola como los hospitalarios unen sus caminos en el Alto del Palo y les espera en verano una ruta de descenso de algo más de 7 kilometros sin una sola fuente de agua. Esta es la historia de un ascenso y descenso sin el preciado liquido.


En la vertiente noroeste de la montaña, el agua es abundante en arroyos y fuentes no potabilizadas, pero si queremos agua potable tendremos que llenar nuestras cantimploras en Allande. El último reducto de agua lo encontramos en el último trecho de subida a el palo, un abrevadero de vacas, cuya fuente sale de la roca madre, en agosto, gotea a un ritmo de 2 gotas por segundo.


Diego y Mario llegan los primeros al Alto del Palo


Tras pasar el Palo, la ruta para llegar a Berduceo atraviesa dos pueblos. El segundo Lago, en el que a pesar de su acuático nombre su fuente permanece seca y el protagonista de esta historia, Montefurado. Este pueblo cuyo nombre tiene mucho que ver con la forma de extracción del oro que los romanos hicieron  por estas tierras, se divisa desde el puerto y se trata del típico pueblo de arquitectura negra de alta montaña siendo el más alto de la región. Aunque no es más que una aldea compuesta por no más de 3 o 4 casas que quedan a la derecha del camino en una de las cuerdas que dividen el valle. Se desciende desde el Palo  y el camino toma la intención de atravesarlo, se divisa bonito, estrecho, largo pero pequeño…recuerda salvando las distancias de materiales y tiempo a un pueblo del oeste, salvo que aquí a un lado hay casas y en otro un prado.  La primera construcción es una capillita encalada en blanco y de techo en pizarra, como no, dedicada al Santo patrón del camino. He leído que el último hospital de la cuerda, se hallaba aquí. 



En la primera construcción, un establo con un cerco de piedra como los que hace Mohamed
allá por Alla-nde (valga la redundancia) protagonista de otra historia de esta trilogía,   tres chicas peregrinas y belgas se afan en recopilar agua de un depósito plástico, que nosotros ni consideramos por pensar que se trata de agua para consumo animal. Avanzamos un poco más y nos refugiamos en lo que parece ser un establo con una vieja y enorme puerta de madera que arroja algo de sombra.


María, compañera peregrina rescata 2 cantimploras vacías y divisa un caño que a modo de fuente pública sale de la pared de una de las casas y vierte sobre un pilón rectangular, pequeño como esta aldea. En ese momento de la casa de enfrente sale un paisano de cerca de 80 años con ropas rústicas y me fijo que descalzo, en calcetines... nos dice que nos encontramos en su propiedad. Decimos de ponernos en otro lado, que no queremos molestar, pero que pensabamos que era parte de la calle o servidumbre que sin distinción de cercas ni vallas atraviesa todo el pueblo. Con boca pequeña nos dice que si solo somos nosotros no hay problema. Preguntado por la fuente, dice que no la hay y que no la cojamos de ese caño. Acto seguido grito a Maria para que no coja agua. Nos cuenta que los vecinos tienen que traerla ellos, mediante obra canalizada de la montaña, obra civil que costean ellos. Le preguntamos dónde acaba su propiedad pero dice poseer todo lo que abarca la vista hasta los molinos de la gran montaña que se divisa enfrente, aunque luego se corrige y dice que es propiedad comunal, como si de un monte vecinal se tratará.


 Puestos a respetar la propiedad privada y también la escasez de agua abandonamos el suelo del rellano de su establo, aunque según lo dicho abarca toda la extensión de nuestra vista  pero pasado el pueblo nos detenemos en un bosquecillo donde también se paran a nuestro lado Noe y Maria, protagonistas de una de las historias de las tres de esta serie.


El siguiente pueblo Lago tampoco tiene ni una gota, pero aquí si encontramos caridad peregrina en un casa ajardinada con geranios  a pie de carretera… Por fin, después de cuatro kilómetros más de  un monótono paisaje de pino de repoblación y helecho llegamos a Berduceo, final de nuestra etapa.


Allí me bebo un tercio de cerveza sin alcohol de tercio como si fuera agua, otro de Estrella Galicia Roja este con moderación alcohólica, luego para continuar media gaseosa que le ha sobrado a mi hijo Mario. Gases suficientes para perder el apetito de la generosa y apetitosa cena  que con amor y generosidad cocinan Milagros y Florin voluntarios en nuestro Albergue Donativo Polagrino.


Con tanto bebercio a la espera de Maca, mi mujer, nos recoja con el coche de apoyo, el camarero curioso por tan ardiente sed nos pregunta por la etapa. Le contamos la anécdota del paisano de Montefurado. Nos cuenta que ese tipo es multimillonario, que recibió una indemnización de 80 millones de euros cuando el Estado expropió ilegalmente la cima de los montes para colocar unos molinos para producir energía eólica. Debe referirse a ese monte vecinal que coronaban los molinos que era de la propiedad del paisano montañés ( y según el del resto de sus vecinos).


Ahora, ya en Madrid, cuando me documento para escribir esta historia no encuentro nada sobre la multimillonaria indemnización, lo que sí encuentro es que Montefurado es uno de los 2000 lugares de esta España nuestra conocidos como núcleos de población unipersonal . Es decir,  que aquel paisano que nos recibió en calcetines de rombos era el único vecino del  pueblo como lo atestigua este artículo de la Nueva España, un periodico regional de la comunidad autónoma donde entrevista a este y otros paisanos que quedaron solos en la Asturias vaciada 


En la cómoda subida que hacemos al Palo, esta vez en coche con aire acondicionado, reflexionamos sobre la negativa del paisano multimillonario a negarnos el agua y nos  dan ganas de parar a pie de pueblo para recargar las cantimploras con el agua del hombre de los 80 millones.




María y Patrick extenuados y deshidratados en la bajada del Palo

Os dejo aquí una reflexión más personal de María sobre el camino, gracias amiga por cederla y completar asi esta trilogía https://espagnaplural.blogspot.com/2024/08/adolescentes-y-camino-no-son-antonimos.html 



miércoles, 14 de agosto de 2024

LA HISTORIA DE NOÉ (Tres historias del Camino Primitivo de Santiago)

 Alfonso II, el casto, monje antes que rey, abrió la primera ruta Xacobea de la cristiandad, por la noticia que llego a Oviedo de que en Compostela en el año 823  se habían encontrado los restos del apóstol de Cristo, Santiago. Casualidades de la vida y del paganismo anterior ya había una ruta parecida para llegar al final de la tierra (Al Finisterre)


El rey casto se dispuso a recorrer los 335 km que separan las dos ciudades, abriendo así, lo que sería el primer camino de Santiago y por ahora el más duro de las rutas para conseguir la compostelana. Lo que no sabe la gente es que esa agreste ruta entre las montañas de la cordillera cantábrica la hizo cómodamente en litera porteada por sus siervos.


En la Etapa que conduce de Berducedo a Grandas de Salime , tras una subida suave desde la aldea de A Mesa. Se desciende vertiginosamente desde el Alto de Buspol a la Presa de Salime  en poco más de 7 kilómetros 800 metros de desnivel. Ya os digo que el rey casto no sufrió ni la ola de calor (36 grados) que nos acompañó aquel día de nuestro descenso ni mi dolor de rodillas. Lo primero por que el cambio climático, pese a los negacionistas no existía en el siglo IX y lo segundo por el mencionado porteo.



 Pero la que realmente los sufrió fue nuestra perra Katy que a algo más de medio recorrido de dicho descenso buscaba cualquier sombra por poca que fuera y que jadeaba profusamente… Tanto que  en algún momento llegó a plantarse. La aupe en brazos y avanzamos 100 metros a una pequeña torrentera donde muy pegados a la pared de la montaña y guarecidos por 2 raquíticos pinos había la suficiente sombra para apoyándose sobre la piedra, estirar las piernas y esperar a que pasara el ataque de asma, que vista la agitada respiración y  la lengua totalmente fuera y sobre la tierra sufría la perra tirada a nuestros pies. Confieso que nos asustamos y temimos por su vida.




Los peregrinos que iban tras nosotros se detuvieron en el mismo lugar, primero una pareja andaluza  que nos dieron consejos de hidratación (agua al lomo , cabeza y almohadillas) y nos donaron litro y medio de agua (que en alta montaña en verano es muy apreciada). Luego llegaron dos gallegos Noé y María que también se preocuparon por el estado de la perra. Maria nos tranquilizó y dijo que a su perro le paso lo mismo.


Tras 20 minutos de angustia y reposo la perra empezó a retomar una respiración algo menos agitada y fue en ese momento cuando Noe, un musculoso chico de unos veintimuchos se ofreció a llevar a transportar los 20 kilos de Katy en volandas. Al principio insistió en cargar también con su mochila, cosa a la que me negué.


Con Noe y Maria ya nos cruzamos en la etapa anterior, incluso les habíamos ofrecido la sombra que dejábamos tras comer a la salida de la aldea de Montefurado (donde trascurre la última historia de esre ciclo). Alli vi su vestir de negro y sus tatuajes de navajas automáticas que adornaban las piernas de ambos… Uno puede pensar que el hábito no hace al monje y en este caso al igual que en el del rey casto es claramente así.


En el camino encuentras todo tipo de gente, pero el espíritu de generosidad de esta pareja y de la aguadora anterior nos reconfortó gratamente. Sobre todo cuando comenzamos a bajar por el encrespado camino y nos dimos cuenta de que aún quedaba hora y media larga de camino al final de la cual nos esperaba Maca (mi mujer) con el coche, dicho trayecto que  hubiéramos podido mal afrontar  con ese sol y esa temperatura y porteando a la perra. Noe bajaba ligero como una pluma con la Katy primero en brazos y luego sobre los hombros. Parecía el Rey David, con su camiseta negra de tirantes y su pañuelo arabe rodeando su cabeza y porteando  una cabra agradecida que le miraba amorosamente… Noe con su arca: la Katy, se convertía en un profeta heroico del antiguo testamento… Cada vez que parábamos, y lo hacíamos cada poco al principio, yo le profería agradecimientos y alabanzas que él disminuía con frases como qué le gustaba andar al sol o qué le hubieran privado de llevar su mochila era maravilloso y que no le costaba nada…


Poco a poco se distanció tanto que le perdí la vista, no podía seguir su pasos ligeros ya que yo cargaba con su mochilón que pesaba una vida.  Katy me miraba tranquila y sería como lo es siempre y ya sosegada y recuperada su respiración…   En el último tramo se encontró con Mario, mi hijo, que subía al rescate, alertado por la pareja de andaluces y por nuestros mensajes. Pero este profeta generoso no quiso pasar el testigo y cuando llegué al vientre del Mirador de Boca Ballena , qué biblica imagen, tirados junto a Katy en su vientre no estaba Jonas sino María y Noé. 




El rey Casto, fue porteado y Katy fue porteada. El rey monje abrió la primera Ruta Xacabea. Pero fue Noe, el porteador, el verdadero héroe de esta historia.






martes, 13 de agosto de 2024

LA HISTORIA DE MOHAMED (Tres historias del Camino Primitivo de Santiago)

 Llegando a la Pola de Allande, Camino Primitivo de Santiago en su variente facil (no eligiendo la ruta de los Hospitales), se toma un camino que tras un trecho de bosque, atraviesa numerosas fincas ganaderas, el camino se hace liviano cuando se sale del bosque y el terreno deja de ser una torrentera que antes fue río para convertirse en un carril por el que bien puede transitar un tractor, en este y llegando a las primeras granjas, algunas convertidas en casas residenciales donde la gente de la capital hace el veraneo…

Allí en una cuesta que embalaria a una bici y en la que rodaría una de esas manzana pequeñas y sidrosas que se ven durante todo el camino... encontramos a Mohamed, de unos 30 años, con cuerpo de dios griego o efebo olímpico, su piel es negra, pero de un tono primigenio como antiguo… antes de divisar a este Atlante, de cuerpo y sonrisa brillante, que recuerda a un Hercules realizando una de sus 12 pruebas y que se afana en componer un tradicional muro de piedra, hemos visto desde hace unos 30 metros antes una hilera de montones de piedra y una zanja que desciende hasta donde él se encuentra…




Decía Mark Twain que el trabajo intelectual estaba sobrevalorado y que el trabajo manual o físico no estaba considerado en lo que valía, no está pagado. Yo turista estival que me derrito por una jornada de 27 km andando por la variante facil del camino, le transmito esta idea, cuando me dice que tardará un mes en hacer la cerca. 


Mohamed  vino del Camerum, pasando  por Granada y  harto del calor y los trabajos que le ofrecia Fuenlabrada se refugió en el valle verde, húmedo y fresco de Allande. 


Es curioso, en el centro de La Pola  existe un monumento al emigrante allandes, que hizo las américas y que aquí, fue llamado a su retorno, indiano… Un monumento pondría yo a Mohamed no ya por poblar esta tierra indiana sino por labrar los valles y contribuir a la tradición  con su esmerado trabajo, aunque sea  al fresco, humedo y verde valle de Allande.